La gastronomía cordobesa

Córdoba es una ciudad maravillosa. Siempre la asociamos con La Mezquita, pero Córdoba es mucho más. El Barrio Judío, la Torre de la Calahorra, el Alcázar de los Reyes Cristianos, el magnífico Puente Romano, sus fantásticas plazas y tantos y tantos rincones que cuando uno pasea por esta ciudad sin prisa, con ganas de perderse se topa en cada esquina, a cada paso.

Pero esta magnífica ciudad andaluza no sólo tiene espléndidos monumentos. Córdoba cuenta con preciosos parajes naturales para disfrutar y con una soberbia gastronomía. Hablar de la gastronomía cordobesa es hablar de salmorejo, flamenquines, berenjenas con miel, rabo de toro, pastel cordobés, de El Churrasco, Casa Pepe el de la Judería, Bodegas Campos, Casa Salinas, la Cazuela de la Espartería y ¿por qué no? del Bar Correo, el Bar Santos o algunos de corte más moderno como Garum 2.1.

Córdoba es un disfrute para los ojos y el paladar. Sus tasquitas, sus preciosas bodegas con fantásticos patios y sus restaurantes te invitan a disfrutar de la sencillez de su cocina. Llena de productos naturales y magnífica en la combinación de carnes y productos de la huerta, la cocina cordobesa no olvida tampoco su pasado árabe patente en las magníficas Berenjenas con Miel o en las distintas preparaciones del Córdero. 

Tan cerca, a tan solo una hora en coche, Córdoba se presenta como una ciudad atractiva para los amantes de la buena mesa y el arte.





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